Me he querido centrar en el ámbito de la educación porque mi contexto familiar tiene mucho que ver con ello.
Las cifras que muestra el INE sobre el abandono temprano de la educación en edades entre 18 y 24 años muestran que son los hombres quienes antes lo hacen, un 16,5 frente a un 11,2 en mujeres. A pesar de que la relación hombre-mujer es bastante más favorable para las mujeres, sí cabe destacar que, en España, el nivel de abandono se sitúa, según las cifras del 2020, muy por encima de casi todos los países europeos, excepto Hungría y Rumanía.
Por otra parte, si avanzamos en niveles educativos comprobamos que la población de mujeres en España con educación superior es superior al de hombres, e incluso superior al de la media de la UE.
¿Qué ocurre entonces al llegar a la inserción laboral? Que, pese a todo, la tasa de actividad y empleo es superior en hombres que en mujeres, y la de paro es superior en la de mujeres que en la de hombres.
Una de las mayores desigualdades que se pueden observar en los datos relacionados con la educación y el empleo, es la enorme diferencia que hay entre hombre y mujeres de carreras relacionadas con las ciencias, matemáticas y tecnología. Como se aprecia en el gráfico, existe una amplia brecha entre hombres y mujeres.
En este último aspecto creo que hay un problema de base. La educación parece que no incentiva la elección de carreras de ciencias y tecnológicas por lo que es imprescindible motivar y fomentar a las mujeres desde edades tempranas. Es importante dar suficientes oportunidades y destacar las diferentes maneras de abordar los retos en ciencia o tecnología. Si bien parece que los hombres, en España, han ido creciendo en su cualificación respecto a años anteriores, las mujeres no evidencian un crecimiento tan potente. ¿existen recursos suficientes? ¿existe la suficiente concienciación por parte del profesorado? ¿se conocen las dificultades que atraviesan las mujeres en este ámbito? Hay que trabajar en ello desde todos los ámbitos, tanto sociales, como educativos y culturales porque es evidente que existe una amplia diferencia que hay que abordar con mucho trabajo desde las primeras etapas educativas.